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Mostrando entradas de 2011

Bandera roja

Bandera Roja. Me llamo Melitón Varlámovich Cantaría, sargento del regimiento 176 de la 150º División de Infantería, del III Ejército soviético, además de profesor de filosofía en la ciudad de Stalingrado, pasé a la historia no por mis conocimientos filosóficos sino por una nimia acción, una gesta sobrevalorada, poner la bandera de mi país, en lo más alto, por colocar la bandera roja sobre el Edificio del Reichstag en Berlín, dando por terminada la conquista de la ciudad y llenando de esperanza a todo el planeta con la finalización de la peor guerra de todos los tiempos, actualmente postrado en una cama en un viejo hospital esperando la hora del fin, la hora de juicio de mis actos. En estos últimos momentos de vida, recuerdo los actos acaecidos tiempo atrás, acciones que en mi lecho de muerte se vuelven turbias, mis actos, anteriormente vanagloriados por el pueblo, un héroe de la gran carnicería, ahora en estos últimos momentos me acechan dudas, me realizo preguntas sobre m

Hacia el abismo

R escate, salvación, Pib, ¿no será que éste sistema totalmente capitalista no funciona?, no puede ser que el crecer, crecer y consumir no es viable, qué sino hubiera esta crisis económica, social y de valores, habría la destrucción del planeta, ¿alguien puede imaginarse seis mil millones de personas, con seis mil millones de coches, de electrodomésticos, de pisos, casas, campos de golf. No será que tendríamos que cambiar el sistema totalmente, respetando el planeta, siendo razonable en el crecimiento sostenible, huir del aumento indiscriminado del Pib, del crecimiento sin escrúpulos, de la masificación industrial, del beneficio brutal y asesino. Imaginemos que no existiera esta crisis, el camino nos desembocaría al desastre igualmente. Nadie levanta la voz para intentar corregir el sistema, solo nos hablan de reducir el déficit, de sanar la cuentas públicas, en definitiva de que no disponemos de dinero, ¿pero estamos preparados para ser ricos? pueden ser todas los seres humanos pro

¿Qué culpa tenemos?

¿Qué culpa tenemos? ¿Por qué? Más de treinta años de sueño imperfecto trabajo para todos, vivienda digna, reza el manuscrito. Lucha inacabada, futuro incierto, vida dirigida; fútbol y toros. Pequeños problemas, grandes soluciones el estado del bienestar al rescate. Alcohol y farra los días de asueto libertad vigilada, palabra cerrada, pasión de telediario, todo va bien ¿Por qué? Hipoteca en el horizonte, consumar el sueño de la propiedad, vida en pareja, pasión controlada, sexo los sábados vástagos al final del amor, todo fluye a continuidad, línea recta, no hacemos preguntas; coche, casa, felicidad capitalista. ¿Por qué? Pequeñas discrepancias, impuestos los lunes, contribución los martes, por festivos; tasas de basuras, estado del bienestar, cuatrocientos euros, el agua al cuello, Big Bang; explosión del sueño europeo. ¿Por qué? Falta capital, empiezan los recortes, fuera los derechos adquiridos, se despeña educación, adió

Primavera

PRIMAVERA. Empieza la vida, empiezan los primeros días de calor, mil colores se echan a la calle, decenas de tintes cromáticos atestan todos los rincones. Verdes enormes, rojos intensos, malvas vehementes. Fuente de hazañas quebradizas, viene la época de la luz, vuelve la alegría después de tanta oscuridad aterida del frío más intenso. Vuelve el fulgor a la calle, las terrazas conquistan las aceras, y en mi crece el jubilo y se enamora el espíritu del calor humano.

El mito del Minotauro

EL MITO Todo comenzó de la forma más sencilla, una simple ojeada, un furtivo e ingenuo cruce de miradas. Ella, Ariadna, hija del gran Mimos, rica, hermosa, inteligente, lo tenía todo a su alcance, su belleza era conocida en todo el mediterráneo, disponía de poder, delicadeza y astucia, pero en ella faltaba lo más importante, su corazón no conocía el amor, la pasión, era un río en el desierto. Fue una mañana, en el paseo matutino, cuando vio por primera vez a Teseo, quedo prendada de él. Al verle trabajar con el torso desnudo, el cuerpo hercúleo, los fuertes brazos musculados, parecía una escultura perfecta, en toda Creta no existía hombre mas bello. Ariadna, asistía cada mañana llena de ilusión por volver a ver a ese adonis que rozaba la perfección. No podía dejar de pensar en un encuentro con su amado imposible, pero él, era ajeno a tanto entusiasmo oculto, solo veía a la hija del poderoso. El Minotauro espera su tributo, la bestia aguarda la llegada anual del diezm

Invierno

INVIERNO. Humeante caldero en torno a una chasca, el crepitar de la leña despierta el aroma característico del guiso de la abuela. Los sabores se cuecen a fuego lento en la marmita, mientras esos olores despiertan la imaginación y mis papilas gustativas empiezan a segregar, ante la cercanía de la hora del almuerzo. El intenso frío, se combate con una cucharada de calor, un vaso de tintorro y una buena hogaza de pan, que nos ofrece al tragar la felicidad mas simple, el entrar en calor.

Todos iguales

¿Ladrones? Por fin tiene algo en común los dos grandes partidos políticos de este país, por fin, después de 5 millones de parados, de ir sólo a sus intereses, de querer el mando antes que cualquier interés de los ciudadanos, después de robar, apropiar, recalificar , engañar, incumplir, etc, después de ser unos ineptos, unos inútiles, por fin algo les une. El robo descarado, después de tener una pensión vitalicia de aprox . 80.000 € (el sueldo medio de cada español), después de utilizar sus influencias, captadas por sus puestos de presidente del gobierno (de otro modo estos inutiles no podrían trabajar en la empresa privada), fichan por una multinacional con sueldo blindado, y ambos no se crean que renuncian al bonito tesoro adquirido, sino que defienden el poder actuar de este modo, amparándose ambos, en no se que historia de la democracia... Por fin el tiempo pone a cada uno en su lugar, y que bonito es ver a la esposa de Aznar contándonos un cuento, o a Zapatero deiciendonos